Pyjama
Cuando Nacho nos planteó el restyling de Pyjama, el vino de entrada de su bodega, fue para nosotros un honor y un proyecto que aceptamos con responsabilidad. Rehacer la imagen de un vino es un reto; se trata de mantener su carácter adaptándolo a nuevos requerimientos. Pyjama ya era un vino maduro, seguía siendo un proyecto “Demente” pero con el reposo y la coherencia de un vino que ya ha cumplido la mayoría de edad.
El adaptarse a los tiempos requería un cambio de traje, que comenzaría con la botella borgoña musgo como base. La etiqueta anterior era una de aquellas que nosotros admirábamos, pero había que quitarse el pijama y ponerse el traje. Un traje de estrellas, cómodo, maduro, válido para cualquier estación, que aludiera al lugar donde crece la uva y confiere al vino su carácter. Tierra, representada en ese perfil de los montes Aquilianos, iluminado desde las alturas por un logotipo que representa la esencia de su marca: la uva y la copa.